El director de Fe y Alegría Colombia, Víctor Murillo aseguró durante la jornada inaugural de la edición XLVIII del congreso internacional que las nuevas fronteras “están en las periferias agrandadas por la pandemia”, refiriéndose al reto que tiene el movimiento de educación popular.
De igual forma, afirmó que el modelo educativo sugiere “educar para la ciudadanía global, considerando las vulnerabilidades que ha destapado la pandemia, tiene un nuevo norte. Nos exige desarrollar y cultivar la ciudadanía y la convivencia pacífica”.
Las redes como oportunidad
El director de Fe y Alegría Colombia sugirió que las redes son el camino más ágil para encontrar soluciones a los problemas que se nos aparecen en el día a día. “atrevámonos a trabajar en red, potenciando la colaboración. Solos y solas no vamos a poder pensar la educación popular en el siglo XXI en coherencia con sus principios”, afirmó.
Sobre los retos que plantea el contexto social, Murillo reflexionó que “la escuela de la post-pandemia debe entrar en una metamorfosis.”
Volver al origen
Durante la jornada de inauguración del Congreso, Murillo también recordó al fundador de Fe y Alegría, el padre José María Vélaz, S.J, en una frase que trasciende a las generaciones de educadores y educadoras: “La mayor riqueza de Fe y Alegría eran las personas”.
“Sin mística, sin generosidad, decía Vélaz, el camino de Fe y Alegría hubiera sido una quimera». Rememoró el anfitrión del congreso que se desarrolla presencial en su país y de forma virtual en todo el mundo.