erikabriceno

27 octubre 2021

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Sindemia con aprendizajes

El investigador docente Vicente Palop compartió varios elementos que considera deben ser contemplados en el quehacer educativo y transformador de Fe y Alegría desde la mirada de la educación popular.

 

Es uno de los compiladores de todos los aportes que desde las Fe y Alegría del mundo llegaron para definir los ejes temáticos del Congreso.

 

El marco que interpone en la categorización elaborada es el aprendizaje “que nos deja esta sindemia que es la suma de dos o tres epidemias”.

 

En otras palabras, para Palop haber seguido educando en este contexto multifactorial ha sido notable “ya que hemos tenido también otras epidemias sociales que han tenido afectaciones muy diferenciadas”.

 

También reseñó que “ya estábamos en épocas de cambios políticos, sociales, educacionales y la pandemia nos hace visualizar cuáles son esos cambios y nos alerta porque tenemos que tomar determinadas posturas ante estos cambios y no que algunas corporaciones decidan por nosotros”.

 

Palop destaca como primer punto recogido en los aportes la importancia de la cercanía emocional referida al fomento del sano manejo de las emociones en el fenómeno educativo.

 

Una de las novedades “es que en esta pandemia eso ha sido fundamental. Muchas familias, mucho estudiantado, han necesitado ese apoyo emocional. Hemos tenido que atender a todo tipo de estados (emocionales) y eso nos ha permitido fortalecer nuestros ambientes de convivencia y rescatar a muchas personas”.

 

Esta cercanía emocional, como la llama el investigador, también ha posibilitado el desarrollo de nuevos modos de comunicación, “más horizontal, en relación de escucha, lo que nos ha permitido fomentar algunas estrategias en aula que tienen que ver con la espiritualidad, con el acercamiento interpersonal, con la empatía, con la simpatía”.

 

El segundo elemento destacado es la dinámica de la flexibilidad. A esto llama Palop la necesidad, de acuerdo  a las circunstancias actuales, de adaptar el currículo  a las necesidades de los estudiantes.

 

“Hemos tenido que adecuar los ritmos, lo que nos ha permitido aumentar grados en la inclusión educativa. Y este aporte, creemos, hay que mantenerlo porque definitivamente nos permite situar a la persona en el centro del currículo”.

 

Un aprendizaje que también ha provocado la priorización de aspectos del currículo analizando “cuáles son los aportes que son necesarios para la vida y eso nos ha ayudado a profundizar en una enseñanza realmente significativa, no solamente para para el estudiantado sino también para las comunidades que rodean las escuelas de Fe y Alegría”.

 

Como tercer aporte Vicente Palop menciona la conformación de redes interpersonales, redes comunitarias, redes que han conducido pasar “de lo afectivo a lo económico, es decir, redes de solidaridad ante el problema de la escasez alimenticia, por ejemplo”.

 

Destacó que el surgimiento de muchas de estas redes ha sido espontáneo “y después han pasado a la fase de la organización y esto es importante para impulsar otros procesos”.

 

Menciona que esa “cercanía organizacional” también se ha desplegado desde la distancia “incluso, entre países, en la competencia intercultural, con una aldea global que cada vez está más próxima”.

 

En este orden de ideas señala que la escuela se convierte en un espacio ideal para cultivar estos encuentros.

 

Otro de los aprendizajes que se exponen en este recorrido tiene que ver en no sujetarse únicamente a lo tecnológico.

 

Propone activar protocolos de seguridad “y exigir a los gobiernos que nos protejan ante ataques” que también pueden afectar la propia vida personal. Llama a reflexionar en la actuación pedagógica este elemento dentro del Movimiento.

 

Alerta no dejarnos llevar a la primera por elementos tecnológicos vinculados a la mercadotecnia. Por eso habla llama la atención que la tecnología debe ser utilizada en Fe y Alegría desde lo humano y lo pedagógico.

 

Da cuenta también de la existencia de la brecha digital aún en los procesos pedagógicos y en las realidades contextuales.

 

Palop, en esta línea, remarca que pese a los avances tecnológicos la importancia de la presencialidad, “del contacto humano para el crecimiento de las personas, de los grupos en las escuelas”.

 

La pandemia también ha servido, apunta, a visualizar al mundo como único, lo cual replantea “nuestro relacionamiento con el medio ambiente”.

 

Por último, realza cómo la enseñanza formal no ha sido suficiente. “La enseñanza no formal interrelaciona muy bien los aprendizajes. Tenemos que pensar que la enseñanza formal sea un continuo combinada con la enseñanza no formal”.

 

Alexander Medina

Fe y Alegría Venezuela

 

27 de octubre de 2021