No es una sentencia vacía, es la aspiración concreta de millones de ciudadanos de este mundo comprometidos con los sectores populares. Fe y Alegría declaró la emergencia educativa el 13 de noviembre de 2020, a casi un año de ese hito, nuestros educadores y educadoras siguen insistiendo, porque otro mundo es posible.
El Congreso Internacional Educadores/as de Fe y Alegría en las nuevas fronteras de la educación popular en el siglo XXI supone el reto de repensar el modelo educativo que se corresponda con los contextos de precariedad y exclusión. Pero también se convierte en una oportunidad para pensar y reflexionar con libertad, una alternativa esperanzadora a las estructuras que generan opresión y amenazan la vida misma del planeta.
Vamos a salvar la educación significa, en esencia: vamos a salvar al planeta con educación, haciendo redes y creando alternativas de productividad que se alejen del rentismo y otros modelos parasitarios. El congreso también es para levantar la voz, como educadores/as líderes y lideresas de la comunidad, como actores sociales corresponsables con los Estados y los gobiernos. Salvar la educación también significa hacer ciudadanía con otros.
En la era postpandémica se vuelve doblemente imperativo exigir que la educación sea realmente un derecho universal y que la permanencia escolar sea tan importante como la inscripción y no solo una anécdota estadística. Vamos a salvar la educación, porque es un problema común, es un reto y una necesidad que no admite prórroga.
#VamosRumboalCongreso
